Los Caminos de Santiago que conducen a Santiago de Compostela, en España, atraviesan Portugal de norte a sur, recorridos por peregrinos durante siglos. La tradición de la peregrinación se remonta a la Edad Media y su destino es la impresionante Catedral de Santiago de Compostela, donde se encuentra la tumba del Apóstol Santiago, que evangelizó la Península Ibérica cuando aún formaba parte del Imperio Romano. Esta semana seguimos el Camino de Santiago Central Portugués que comienza en Lisboa, pasando por Tomar, Coimbra, Águeda y Albergaria-a-Velha. Se trata de un viaje por los paisajes más increíbles. Pero, sobre todo, es un viaje de autodescubrimiento.
Imagínese un puente y un apacible río que corre por debajo. Imagínese una ciudad romántica y encantadora, como si la hubieran pintado las hábiles manos de Cézanne. Imagine un magnífico convento con ocho claustros. Imagínese un lugar en el que la presencia de los Caballeros Templarios todavía se puede sentir por completo. No, esto no es el argumento de El Código Da Vinci de Dan Brown.