El rey de los quesos portugueses es un producto imprescindible en la mesa navideña de Portugal.
Su fama se remonta al siglo XIV, ya que el queso producido en la Serra da Estrela se enviaba a menudo como regalo para las familias reales, especialmente en la época navideña. Este exquisito producto es sencillamente perfecto para esas interminables comidas familiares, además de maridar a la perfección con los nobles vinos del Dão.
La inmensidad de los pastos y la riqueza de los recursos han hecho de la Serra da Estrela un lugar de excelencia para el pastoreo, donde las tradiciones y vivencias ligadas a ese mundo se han acumulado durante siglos. En este contexto, las poblaciones serranas crearon el queso portugués más antiguo y reconocido.De textura mantecosa, o seca, color amarilleado y sabor intenso, el «queijo da Serra» (queso de la Sierra) se elabora exclusivamente con leche de ovejas de la raza Bordaleira, sirviendo en la mesa toda la generosidad de la Serra da Estrela. Las técnicas y rituales ancestrales del modo de elaboración de este queso permanecen intactos, dándole un toque de riqueza que deja recuerdos en el paladar.
Este queso, de origen protegido, destaca por el modo de producción de la cuajada, hecha a mano con flor de cardo, entre los meses de noviembre y mayo, por las manos expertas de hombres y mujeres. El lento proceso de maduración, en el que el tiempo y el cuidado de los queseros transforma la masa rica del cuajo de la leche en un queso certificado, es la prueba de que la paciencia y el saber son aliados del sabor.
La historia del queso de la Sierra está íntimamente ligada a la historia de las poblaciones serranas, a los pastores y a la vida en la montaña, siendo mencionado ya en el siglo XVI. Actualmente, su área de producción se extiende por los municipios de Celorico da Beira, Fornos de Algodres, Gouveia, Manteigas, Oliveira do Hospital, Seia y algunas «freguesias» (parroquias) de Covilhã, Guarda y Trancoso.
Degusta este queso excelente que combina el sabor rústico de las tradiciones y la finura de la delicia acidulada que deja en el paladar. Acompáñalo con pan de centeno y con un buen vino de la región. Déjate seducir por los sabores de la Sierra.